CAMBIOS DE LA TIERRA
Esta teoría defendía la existencia de catástrofes repentinas que habían modificado por completo, y en un breve espacio de tiempo, el aspecto de la Tierra. Esta teoría se desestimó hasta 1980, en la que se encontraron pruebas de un suceso catastrófico: el impacto de una gran meteorito hace 65 m. a..
Cuvier elaboró una historia de la Tierra basada en esta teoría. Su historia se basaba en la existencia de hechos catastróficos y revolucionarios (que provocan un gran cambio, entendamos) que marcaron peridos en los que se produjeron la extinción de parte de las especies o el cambio del aspecto de la Tierra en una zona determinada del planeta.
La continuidad de la vida se explicaría porqe nuevas especies de otras regiones de la Tierra no afectadas repoblarían con el paso del tiempo la zona afectada. Así se explicaban los vacíos estratigráficos (inexistencia de fósiles para un determinado tiempo geológico), que parecían indicar la propia inexistencia de seres vivos durante un tiempo (según Cuiver, el tiempo inmediatamente poterior a la catástrofe y a la consecuente extinción). Según su teoría la edad de la Tierra no era muy larga, solamente 6.000 años de antigüedad (los cambios se producen de manera repentina y veloz).
2. GRADUALISMO. (Charles Lyell)
Charles Lyell sostenía que la Tierra se formó a partir de procesos lentos, graduales (son constantes y puden medirse) y casi imperceptibles a corto plazo, pero con resultados enormes a lo largo de millones de años. El desplazamiento de los continentes, la erosión de las cordilleras, o el retroceso de los acantilados son ejemplos de cambios graduales. Esta teoría se impuso durante casi todo el siglo XIX y parte del XX.
Pero actualmente ni es el catastrofismo ni es el gradualismo son la teoría mediante la cual explicamos los cambios del pasado geológico. Para ello utilizamos una teoría intermedia entre las dos, que acepta elementos de ambas. Recibe el nombre de NEOCATASTROFISMO.
En la actualidad se considera que en el tiempo geológico actúan continuamente procesos lentos o graduales a los que se superponen sin embargo, cambios más o menos bruscos, de tipo “catastrófico”. Así, la Tierra va constantemente cambiando de aspecto (gradualismo) y los continentes continúan su lento movimiento, avanzando unos centímetros al año. Y de repente, en un corto periodo de tiempo, un meteorito o una gran erupción volcánica cambian de repente el destino de especies y especies de seres vivos, además de alterar por completo el paisaje y el relieve.